Friday, September 18, 2009

Esa insoportable levedad

Es sólo una anécdota. Pero demuestra que todavía me queda algo ingenuo dentro.
Hace unos días visité on line el periódico El País, de España. Anunciaban en portada una entrevista digital con la novelista Belén Gopegui.
Para los que no la conocen, una seña: furibunda defensora del régimen cubano. No sé muy bien por qué, pero masoquismo no será. Masoquismo se espera de un cubano, pero no de alguien que vive en la Vieja Europa.
Lo pensé dos veces, pero terminé llevándome por no sé qué instinto y dejé mi pregunta, señal de que no siempre pensar las cosas dos veces arroja un resultado de provecho. Decía mi pregunta, casi textual:
Belén, los que aún creemos en los derechos humanos y las libertades de expresión y asociación como valores universales y perdurables, nos gustaría saber por qué defiendes al régimen dictatorial que impera desde hace más de medio siglo en La Habana. ¿Será acaso que no consideras que los cubanos deben gozar de los mismos beneficios que, por ejemplo, los españoles?
Al cabo de media hora, más o menos, volví a la página. La entrevista ya había concluido. La pregunta que envié no fue tenida en cuenta. En cambio, un mensaje final de la entrevistada me sacó la carcajada:
"Gracias por las preguntas, decía Céline: ya no nos queda demasiada música dentro para hacer bailar la vida, pero llevémosle la contraria, nos queda dentro y la necesitamos fuera, música y comunismo. ¡Salud!"
Así supe que hay gente muy rencorosa todavía en este mundo. Y que me queda algo de ingenuidad a pesar de mis treinta y cinco años.
Por cierto, más le valdría a la Gopegui no hacerle mucho caso al lector llamado Nostos y arreglarse ese pelo de una buena vez.

4 comments:

  1. bueno, man, alguien tenia que pagar la novatada. ah, y estoy de acuerdo con lo del pelo, a lo mejor mariela castro puede recomendarle un buen estilista, por demas barato.

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  2. Cuanta razón tienes, eso mismo pensé el otro día en que Jay Leno entrevistó a Michael Moore, en una programa de primera fila, en el mejor horario de la noche y él pudo hablar libremente.. sin trabas...cómo puede atacar tanto al capitalismo, del cual nadie dijo que fuera perfecto, por lo demás..como puede defender entonces a un régimen que no te permite hacer lo mismo? Cuánta hipocresía en los REVOLUCIONARIOS foráneos que nunca tuvieron el suficiente corazón para ponerse en el lugar de los que hemos sufrido el silencio obligado en carne propia?

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  3. La verdad es que dudé mucho en el momento de poner una foto de esta señora en mi blog. Me molestaba bastante pensar que ese rostro, que representa tantas cosas que aborrezco, iba a estar ahí durante algunos días cada vez que alguien abriera esta página. Pero entiendo que este oficio o profesión o adicción o lo que sea es así, y que uno para nutrir la esperanza de que cada vez menos personas defiendan lo indefendible debe asimilar la fealdad, entendida ésta último como la negación de la ética y el reverso de la verdad. Gracias, Charlie y Ana por sus visitas y comentarios.

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  4. A la señora solo le falta la escoba voladora.
    Igualita a Elvia, una vieja chivatona de mi barrio en Holguìn, por màs desgracia, de apellido Castro.

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